Siguió con su ira en contra de Dios... al mar le arrebato una ola y al viento cierto furor... de las flores el dulce néctar robó y del rió algunas piedras tomó ...
Su conjuro realizó, sin arrepentimiento concluyó... al ver su creación comprendió: nada que te haya regalado Dios, podrá jamás ser una aberrante erección...
Lloró de dolor, reía de desilucion y moría en su propio veneno...
diosa de mil amores, ese gran amor que te ha faltado ha estado tan cerca de ti... que ciega has sido bella diosa, te levanta diariamente y te despide cada noche, aunque te acompaña en tus sueños.
Solo después de su muerte lo supo, con el amor se su vida se encontró... Dios la recibió en su reino, con aplausos y alabanzas, a pesar de su traición.
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